¿Qué es la psicología? - Georges Canguilhem
Este texto fundamental de Georges Canguilhem aborda la problemática de la definición y fundamentación de la psicología como disciplina científica. A través de un recorrido histórico-crítico, el autor examina las diferentes concepciones de la psicología a lo largo del tiempo, cuestionando su unidad conceptual y metodológica. El análisis resulta esencial para comprender los fundamentos epistemológicos de la psicología y sus diversas orientaciones.
Introducción: La pregunta por la psicología
Canguilhem comienza planteando que la pregunta "¿Qué es la Psicología?" resulta más perturbadora para el psicólogo que la pregunta "¿Qué es la Filosofía?" para el filósofo. Mientras que para la filosofía esta pregunta es constitutiva de su propia actividad, para la psicología cuestiona la existencia misma del psicólogo y su práctica profesional. Al no poder responder exactamente sobre lo que es, el psicólogo encuentra dificultades para justificar lo que hace, buscando legitimidad en una eficacia que Canguilhem considera "discutible" en tanto no está fundada necesariamente en la aplicación de una ciencia propiamente dicha.
El autor describe a la psicología como un "empirismo compuesto", que mezcla "una filosofía sin rigor, una ética sin exigencia y una medicina sin control". Esta caracterización evidencia su postura crítica frente a la falta de unidad conceptual y metodológica de la disciplina.
Canguilhem propone entonces examinar la psicología desde la perspectiva de sus proyectos fundacionales, analizando el sentido original de sus diversas orientaciones a lo largo de la historia, en lugar de buscar la unidad en su objeto de estudio.
La psicología como ciencia natural
La primera concepción histórica que analiza Canguilhem es la de la psicología como ciencia natural. Aunque etimológicamente "psicología" significa "ciencia del alma", resulta notable que no existiera como disciplina independiente en la antigüedad, donde los estudios sobre el alma estaban distribuidos entre la metafísica, la lógica y la física.
El Tratado sobre el alma aristotélico es, en realidad, un tratado de biología general. En esta tradición, el alma es estudiada como una forma natural, como parte de la física, que trataba del cuerpo natural y organizado que tiene la vida en potencia.
De esta antigua concepción derivan aspectos de la psicología moderna: la psicofisiología (inicialmente psiconeurología y posteriormente psicoendocrinología) y la psicopatología como disciplina médica. Canguilhem señala la importancia de Galeno, quien estableció clínica y experimentalmente que el cerebro, no el corazón, es el órgano de la sensación y el movimiento y la sede del alma.
Así, como psicofisiología y psicopatología, la psicología actual se remonta hasta el siglo II.
La psicología como ciencia de la subjetividad
La declinación de la física aristotélica en el siglo XVII marca el fin de la psicología como para-física (ciencia de un objeto natural) y el nacimiento de la psicología como ciencia de la subjetividad. Según Canguilhem, los verdaderos responsables del advenimiento de la psicología moderna como ciencia del sujeto pensante son los físicos mecanicistas del siglo XVII.
Al separar la realidad del mundo del contenido de la percepción, mediante la reducción de las ilusiones de la experiencia sensible, se comprometió la responsabilidad del espíritu (sujeto de la experiencia) en tanto no se identifica con la razón matematicista y mecanicista. La psicología se constituye entonces como un intento de explicar por qué el espíritu está obligado a engañar a la razón respecto a la realidad.
A. La física del sentido externo
La psicología comienza como psicofísica por dos razones: primero, porque necesitaba ser considerada como una física para ser tomada en serio por los físicos; segundo, porque debía buscar en la estructura del cuerpo humano la razón de la existencia de los "residuos irreales" de la experiencia humana.
Sin embargo, esto no significa un retorno a la concepción antigua. La nueva física es un cálculo, y la psicología intenta imitarla, determinando constantes cuantitativas de la sensación y las relaciones entre ellas.
Descartes y Malebranche son figuras relevantes en este desarrollo. En las Reglas para la dirección del espíritu, Descartes propone reducir las diferencias cualitativas entre datos sensoriales a diferencias de figuras geométricas. Los datos sensoriales son, en sentido exacto, las informaciones de un cuerpo por otros cuerpos, y lo que es informado por los sentidos externos es un sentido interno, "la fantasía que no es otra cosa que un cuerpo real y figurado".
Esta tradición continúa hasta Fechner y Wundt, a pesar de las críticas kantianas. Wundt extiende este enfoque a las dimensiones de una psicología experimental, buscando descubrir en las leyes de los "hechos de conciencia" un determinismo analítico similar al de la mecánica y la física.
B. La ciencia del sentido interno
La ciencia de la subjetividad también se desarrolla como ciencia de la conciencia de sí o ciencia del sentido interno. Del siglo XVIII data el término "Psicología" con el sentido de ciencia del Yo (Wolff).
Canguilhem señala que toda la historia de esta psicología puede escribirse como una historia de contrasentidos sobre las Meditaciones de Descartes. El "interior" cartesiano no es una introspección en sentido psicológico, sino el conocimiento directo que el alma tiene de sí misma como entendimiento puro. La meditación cartesiana no es una confidencia personal, sino una reflexión que da al conocimiento del Yo el rigor y la impersonalidad de las matemáticas.
Kant estableció que no puede haber una psicología matemática (en el sentido de la física matemática) ni una psicología experimental que permita el análisis y la síntesis como en química. La observación interna altera su objeto, y querer sorprenderse a sí mismo en la observación de sí conduciría a la alienación. Por lo tanto, para Kant, la psicología solo puede ser descriptiva, ubicada dentro de una Antropología, como propedéutica para una teoría de la habilidad y de la prudencia.
C. La ciencia del sentido íntimo
Mientras los ideólogos (herederos de los sensualistas) y la psicología escocesa debaten sobre el método inductivo y la sustancialidad del espíritu, Maine de Biran desarrolla la psicología como técnica del diario íntimo y ciencia del sentido íntimo.
A diferencia del "Yo pienso" cartesiano que funda el pensamiento en sí, el "Yo quiero" biraniano funda la conciencia para sí, contra la exterioridad. Maine de Biran descubre que el análisis psicológico no consiste en simplificar sino en complicar, que el hecho psíquico primitivo no es un elemento sino ya una relación vivida como esfuerzo.
Maine de Biran llega a dos conclusiones importantes: primero, que la conciencia requiere del conflicto entre un poder y una resistencia; segundo, que el hombre no es "una inteligencia secundada por órganos" sino "una organización viviente secundada por una inteligencia". Esto implica que al alma le es necesario estar encarnada y por lo tanto no hay psicología sin biología.
Paralelamente, se desarrolla la psicopatología con figuras como Pinel, quien fundó la medicina mental como disciplina independiente a partir del aislamiento terapéutico de los alienados, y Esquirol, quien defendió su tesis sobre "Las pasiones consideradas como causas, síntomas y medios curativos de la alienación mental". De esta escuela surgieron figuras importantes como Calmeil, Bayle y Felix Voisin, hasta llegar a Charcot en la Salpêtrière.
La psicopatología culmina con Freud, creador en 1896 del término psicoanálisis. A través del desarrollo del concepto de lo inconsciente, la psicología deja de ser solamente la ciencia de la conciencia para convertirse también en la ciencia de las profundidades del alma. Canguilhem señala una importante inversión conceptual: si antes la relación se formulaba como somato-psíquica, ahora pasa a ser psicosomática, del mismo modo que lo psíquico ya no se reduce a lo consciente sino que incluye lo inconsciente.
La psicología como ciencia de las reacciones y del comportamiento
En el siglo XIX surge una nueva psicología como biología de la conducta humana. Canguilhem identifica tres razones para este desarrollo:
Razones científicas: la constitución de una Biología como teoría general de las relaciones entre organismos y medios, que marca el fin de la creencia en la existencia de un reino humano separado.
Razones técnicas y económicas: el desarrollo industrial que orienta la atención hacia el carácter industrioso de la especie humana, marcando el fin de la dignidad del pensamiento especulativo.
Razones políticas: el fin de la creencia en los valores de privilegio social y la difusión del igualitarismo, que fundamenta la práctica generalizada del peritaje como determinación de competencia.
Lo que caracteriza a esta psicología de los comportamientos, según Canguilhem, es su "incapacidad constitucional para captar y exhibir con claridad su proyecto instaurador". Al rechazar toda relación con una teoría filosófica, surge la pregunta de dónde extrae su sentido esta investigación psicológica.
Canguilhem identifica un cambio fundamental: del utilitarismo, que implica la idea de la utilidad para el hombre, se ha pasado al instrumentalismo, que implica la idea de utilidad del hombre, la idea del hombre como medio de utilidad. La inteligencia ya no ordena a los órganos, sino que sirve a los órganos.
Las investigaciones sobre adaptación, aprendizaje, aptitudes, rendimiento y productividad comparten un postulado implícito: "la naturaleza del hombre es la de ser un instrumento, su vocación es la de ser ubicado en su lugar, en su tarea".
Canguilhem cuestiona críticamente este instrumentalismo: ¿quién designa a los psicólogos como instrumentos del instrumentalismo? ¿Quién orienta a los orientadores? El problema es que esta ciencia no contiene en sí misma ninguna idea que le confiera sentido.
Conclusión
Canguilhem concluye señalando que la psicología del comportamiento creyó independizarse al separarse de toda filosofía, pero no puede evitar que sus resultados repercutan sobre el comportamiento de quienes los obtienen. La pregunta "¿qué es la Psicología?" se convierte entonces en "¿dónde quieren llegar los psicólogos al hacer lo que hacen?".
En la tradición de Kant y Maine de Biran, la psicología se situaba en una Antropología, es decir, en una filosofía. La psicología instrumentalista se presenta como una teoría general de la aptitud, fuera de toda referencia a la sabiduría.
El autor finaliza con una poderosa metáfora que sintetiza su visión crítica: saliendo de la Sorbona por la calle Saint-Jacques se puede ascender o descender; si se asciende, uno se aproxima al Panteón (Conservatorio de grandes hombres), pero si se desciende, uno se dirige al Departamento de Policía. Esta imagen simboliza la disyuntiva fundamental de la psicología: orientarse hacia la sabiduría y el conocimiento humano, o hacia el control social y la instrumentalización del hombre. La metáfora sugiere una elección ética y epistemológica fundamental que la psicología como disciplina debe enfrentar.
Conceptos clave y mapa conceptual
Empirismo compuesto: Caracterización de la psicología como una mezcla de "filosofía sin rigor, ética sin exigencia y medicina sin control", reflejando la falta de unidad conceptual y metodológica de la disciplina.
Psicofísica: Desarrollo de la psicología como una física del sentido externo, que busca determinar constantes cuantitativas de la sensación y las relaciones entre estas constantes, siguiendo el modelo de la física matemática.
Esfuerzo como relación primitiva: Idea de que el hecho psíquico primitivo no es un elemento simple sino una relación vivida como esfuerzo, lo que implica que el análisis psicológico no consiste en simplificar sino en complicar.
Instrumentalismo: Concepción de la psicología moderna que considera al hombre como un instrumento, desplazando al utilitarismo que veía la utilidad para el hombre. La inteligencia ya no ordena a los órganos, sino que sirve a los órganos.
Problema del orientador: Cuestionamiento sobre quién designa a los psicólogos como instrumentos del instrumentalismo y quién orienta a los orientadores, revelando un problema ético y epistemológico fundamental.
Tres concepciones históricas de la psicología: Marco conceptual que estructura el análisis de Canguilhem y permite comprender la evolución histórica de la disciplina y sus fundamentos.
Psicología y sabiduría: Concepto que aparece en la tradición kantiana y que Canguilhem contrasta con la psicología instrumentalista moderna, que se presenta como una teoría general de la aptitud fuera de toda referencia a la sabiduría.
Los conceptos anteriores se interrelacionan en un análisis crítico que cuestiona los fundamentos epistemológicos de la psicología moderna y su orientación cada vez más técnica e instrumental, alejada de la reflexión filosófica sobre la condición humana.